¡Poesias Genalguacil!
Nadie es profeta en su tierra
En el umbral de la vida, donde se entrelazan destinos, surge un refrán sabio, que te invita a reflexionar.
"De fuera vendra quien de tu casa te echará", aquellos que confían sin dudar.

Hay quienes deslumbrados por aires forasteros, creen que la experiencia se halla en extraños senderos.
Pero olvidan que el conocimiento no solo se halla en los libros, sino en aquellos que han dedicado años, sudor , tambien libros y suspiros.

Los que se jactan de saberlo todo, sin aprender del presente, son como peces fuera del agua, nadando imprudentes.
Arrogantes y prepotentes, camiones de gambas, que sin saber cocinar, se adentran en terrenos desconocidos, sin percatarse del naufragar.

Mientras tanto, los trabajadores, de corazón constante, cosechan sabiduría en cada paso, en cada instante.
Enraizados en los lugares donde han dejado su huella, conocen los secretos, los matices, cada estrella.

Es cierto que la novedad trae consigo avaricia, pero no debemos subestimar a los que conocen cada rincón.
No menosprecies al obrero, al campo artesano, porque sus manos tienen el valor de un antiguo tesoro en tu mano.

Así que, antes de despreciar y ponerte medallas, al que conoce de antaño, recuerda que el respeto y el saber se tejen en el paño.
Deja que la experiencia siga su camino, y a la novedad que acepte la realidad no la que le dan sino la de verdad.

Porque, al final del día, no importa de dónde venga el viento, sino cómo aprendemos a aprovechar cada momento.
Valorar a los que han labrado un camino con esmero, nos hará comprender que el verdadero saber no es efímero.

En cada casa, en cada hogar, en cada corazón, la sabiduría se mezcla con la pasión.
No subestimes al trabajador, el que conoce el oficio, porque en su mano se escribe un poema sin artificio.

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